Saúl nuestro voluntario, comenzo a informarse para realizar su voluntariado en navidades, aún quedaban muchos meses pero estaba muy ilusionado con la idea de poder viajar a Perú, colaborar en un proyecto tan especial y conocer de cerca la cultura del país. Compro sus billetes de avión con mucho tiempo con lo cual consigo muy buen precio y espero durante meses recopilando información sobre el país y la zona a donde iba a viajar, Pisco. Esta es una zona que fue devastada por un terremoto hace algunos años, la coordinadora del proyecto Juliana junto a su marido busco la forma de poder ayudar a tantos niños que quedaron huérfanos y desatendidos, monto un hogar de acogida donde intenta darles educación primaria y alimentos básicos junto con el cariño, intenta que estos niños puedan integrarse en la sociedad y puedan dejar de ser niños marginados y solos.Los mas mayores ayudan a los pequeños y de esta forma crean una cadena de acariño y ayuda.
Saúl se enloqueció con el proyecto y decidió colaborar, decidió ocupar sus vacaciones de verano en este voluntariado y bueno ya llego el momento, esta con ellos en Pisco, tras un viaje muy largo y cansado, un día de adaptación a los horarios ya esta jugando con ellos. Estuvo durante 6 meses recopilando balones para llevarles (ya que Saúl es también entrenador de futbol con niños). Cuando llego les dio sus balones fue una locura no pararon de jugar y para ellos que alguien desde tan lejos piense en ellos y dedique su tiempo en acompañarles y ayudarles es algo que les hace confiar en las personas les aporta seguridad y sobre todo se sienten queridos, los niños de este proyecto de voluntariado sienten que no están solos y que en otro país se acuerdan de sus vidas y conocen sus experiencias.
Esperamos más noticias tuyas Saúl, por que lo siento tienes que volver …
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