» Tras esta aventura mexicana, 42 días después, ya me toca regresar a Bilbao para acabar el verano allí.
¿Qué decir de estas últimas 6 semanas?
Lo primero, que no solo he aprendido mil cosas, si no que descubrí un nuevo mundo que me dejo impresionada y con ganas de volver: Chiapas.
Sonará muy repetitivo, seguramente todo el mundo que pasa por una experiencia así lo dice, pero puedo aseguraros que es cierto; durante las cuatro semanas que duró el voluntariado aprendí muchas cosas, y la mayoría no tienen precio.
Es la segunda vez que paso por una tal experiencia y desde aquí animo a todo aquel que dude en si ir o no o ir.
Es una forma muy bonita de viajar en la que tu das un pedacito de ti y te vuelves con un pedazo gigante del lugar, de su gente sobre todo. No solo he sido turista, durante ese tiempo vives como uno mas de ellos y aprendes muchas cosas y eso no lo cambiaría por nada del mundo.
A la gente de San Cristobal y sobre todo, todos esos niños del barrio Tlaxcala, al igual que los niños de Nairobi, nunca los olvidaré.
Cada vez que piense en ese viaje, me acordaré de ellos.
Y eso es algo de lo que una puede sentirse orgullosa.»
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