Nos parece muy conveniente que tengas claras algunas ideas, conceptos fundamentales en esto del voluntariado antes de iniciar tu viaje:
Voluntariedad. El voluntariado, la acción voluntaria, es el resultado de una libre elección, es una opción ética, personal, gratuita, que no espera retribución o recompensa económica. La palabra exacta no es desinterés, porque la persona voluntaria tiene interés y obtiene satisfacción en sus motivaciones personales.
Altruismo. Quiere decir amor al otro, es lo contrario de egoísmo. El voluntariado, la acción voluntaria sólo existe cuando repercute en los otros, cuando su interés es colectivo, general, público. El voluntariado es un medio para dar respuesta a necesidades, problemas e intereses sociales y no un fin en sí mismo para satisfacer a las personas voluntarias. La acción voluntaria supone un compromiso solidario para mejorar la vida colectiva. La sensación es que aportamos pero sin lugar a dudas recibimos mucho más.
Acción. El voluntariado no es sólo un valor ético, una actitud, sino una práctica concreta. El voluntariado se hace, es acción. Si se queda tan solo en un vago espíritu de buena persona de buen ciudadano o ciudadana, acaba siendo algo vacío y sin sentido. Aunque también es cierto que no es posible la pura acción sin alma, sin valores. Pero lo que cambia el mundo, lo que enfrenta los problemas y las necesidades es la acción.
Organización. El voluntariado, por ser algo muy importante no se puede tratar como una práctica personal, individual o íntima. Porque el objetivo del voluntariado es mejorar la realidad, transformar el mundo, y hacerlo eficazmente. Frente a la improvisación y la espontaneidad, el voluntariado requiere actuar organizadamente, uniendo fuerzas. Por tanto, la acción voluntaria debe de ser una acción organizada, sistemática que requiere de organización de asociaciones o fundaciones en las que actuar.
Se cuidadoso, escoge con calma tu proyecto de voluntariado. Solicita toda la información que te parezca necesaria sin que te importe resultar pesado, es fundamental que antes de llegar conozcas bien la situación de el país y del proyecto donde vas a colaborar. Los pequeños detalles del voluntariado como las condiciones del alojamiento, la comida o los comercios cercanos, son muy importantes una vez que estés allí.
Escoge con calma incluso la ropa que vas a llevar, todo es muy importante y puede hacer que tu voluntariado sea mucho más cómodo y te puedas dedicar a lo que realmente has ido y a estar pendiente de los pequeños detalles. Eso si, olvídate de lo que conoces y tienes aquí, vas a descubrir como se puede vivir con muy poco y sobre todo como ser feliz con casi con nada. Los primeros días necesitarás todas tus cosas, esas que te hacen la vida más cómoda, pero en unos días las acabarás olvidando y al volver a casa te darás cuenta de que no las necesitabas tanto. Vas a trabajar duro, pero vas a volver como nuevo.
Cuando vuelvas a casa, traerás contigo el conocimiento y respeto para con otras culturas y entornos, habrás realizado un intercambio cultural que te habrá enriquecido mucho.
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